martes, 23 de marzo de 2010

Y gritarás... no te oiré,

Hay días en los que, por mucho que sepa que ya no son nada ni nadie para este universo me la sopla de tal manera que no puedo parar de sonreír.
¿Qué el cielo se nubla? Yo sonrío.
¿Qué estoy enferma y los médicos no se ponen de acuerdo? Yo me descojono.
¿Qué quieren pisotearme? Más me río.
¿Qué mis padres me ignoran? Yo canto a mi bola.
Y así me va, que luego cada batacazo desde la nube es más fuerte pero es que yo estoy bien así.

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